“Este hermoso escudo iba a ser mostrado en acto oficial ante el público el 18 de septiembre siguiente, en el aniversario de la Declaración de Independencia. Sin embargo, los costos de los preparativos postergaron la presentación hasta el 30 de septiembre. Ese día, el Presidente Carrera presentó solemnemente los emblemas ante la nutrida concurrencia y se realizó durante la mañana un Te Deum en la Catedral de Santiago. La fiesta se prolongó hasta el amanecer del día siguiente, luego de los actos realizados durante la noche frente al Palacio de la Casa de Moneda, futura residencia de los presidentes de Chile.
El emblema estaba compuesto de una columna que representaba el Árbol de la Libertad, con un globo terráqueo en la cúspide, coronado por una alabarda cruzada con una rama de palma, sobre las cuales había una estrella. A ambos lados, había un hombre y una mujer que la tradición identifica con indígenas, acompañados de las frases “Post tenebras lux” y “Aut consilio aut ense”.
Ahora bien, ¿es verdad que este primer escudo incluía a la supuesta pareja de indígenas en su diseño?. Esta es otra afirmación que ha rondado largamente en los libros de historia y que se ha repetido incluso en los libros de educación escolar y recreaciones históricas. Al parecer, la referencia sobre este aspecto indígena de los personajes proviene de la descripción del escudo que realizara el escritor realista Fray Melchor Martínez, en la “Memoria Histórica de la Revolución de Chile”, al verlo en la presentación oficial del 30 de septiembre. Dice, citado por Soublette:
“En lo más elevado de la portada principal se veía un alto monte o cordillera sobre cuya eminencia aparecían muchos rayos de luz con una inscripción en la parte superior que decía: Aurora Libertates Chilensis (La Libertad aleja las tinieblas). Al pie de este lienzo estaba colocado otro de figura ovalada, cuyo centro ocupaba un grande escudo, y en él se veía retratada una robusta columna, en cuya cúspide aparecía un globo, y en su cumbre una lanza y una palma cruzadas; sobre todo esto se descubría una radiante estrella encumbrada con alguna distancia”.
“A la siniestra de la columna, estaba gallardo un joven vestido de indio, y a la diestra una hermosa mujer con el mismo traje; una inscripción superior decía: Post Tenebras Lux; y a la inferior: Aut Concilio Aut Ense (La luz después de las tinieblas y Por consejo o por la espada). Ambos lienzos estaban interior y exteriormente graciosamente iluminados, para que desde lejos pudieran ser vistas y notadas claramente todas sus particularidades, y con el mayor cuidado, el nuevo y característico escudo adoptado por la reciente República chilena”.
Pero la mayoría de las versiones que se conocen del escudo nacional de la Patria Vieja son sólo reproducciones a memoria o tomadas de crónicas como la que hemos citado recién, ya que el original nunca llegó a ser publicado como dibujo por don José Miguel Carrera en “La Aurora de Chile”. Tampoco ha sobrevivido ningún boceto del escudo en su etapa creativa.
Según un estudio presentado por el ex diplomático y miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, José Miguel Barros, la pareja que estaba originalmente en la imagen serían en realidad los dioses griegos Marte y Venus, en representación de la guerra y la paz, respectivamente, en coherencia con las frases solemnes que acompañaban el diseño. Sin embargo, no parece menor la referencia de Fray Martínez, según la cual los personajes efectivamente vestían a la usanza de los indígenas.
Con el Tratado de Lircay, en 1814, este emblema carrerino fue abolido, como todos los símbolos que no fueran los de estricta sumisión a España. De ahí surge el problema de que rondaron algunas versiones e interpretaciones diferentes sobre su aspecto, hasta junio de 1817 aproximadamente, cuando apareció una versión que no incluía a la pareja y que sirvió de base para la creación del siguiente escudo, conocido como de la Transición.”
Por que se adopta este escudo como imagen distintiva de La Gran Logia Nacional de Chile?
El escudo que hoy identifica a la Gran Logia Nacional de Chile, en el concierto de la masonería mundial, corresponde al primer escudo nacional, establecido durante el Gobierno de José Miguel Carrera, en 1812 y responde a la necesidad de Carrera de desarrollar el interés de los sectores populares por la causa de la independencia, puesto que consideraba que la independencia era una causa de todos y su integración fundamental.
“Como el proceso de independencia fue obra de criollos burgueses (terratenientes, aristócratas, militares de profesión y la iglesia), y no una revolución popular propiamente tal (el pueblo, en ese entonces, sufría de un analfabetismo casi absoluto, y de constantes maltratos y discriminaciones por parte de los dueños de la tierra y el dinero), una de las razones principales por las que Carrera creó los primeros símbolos nacionales fue su deseo de despertar el interés de los sectores populares, hasta ese punto totalmente indiferentes, en la causa independentista.”
Como símbolo
“Se diseño sobre un óvalo, en cuyo centro había una columna que representaba el árbol de la libertad. Sobre la columna se observaba un globo terráqueo; sobre el globo, una lanza y una palma cruzadas, y sobre éstas, una estrella. Junto a la columna, una pareja de indígenas de pie., con dos sentencias latinas: en la parte superior se leía: Post Tenebras Lux, que significa “Después de las tinieblas, la luz”, y en la parte inferior, “Aut Consilio Aut Ense”, que quiere decir “Por la razón o la espada” ó “Por consejo o por espada”).
Al ver el escudo, sus elementos, sus frases nos llaman la atención los símbolos que en ella se expresan y la diversidad de interpretaciones que nos deja.
El número uno
En el centro del escudo todo es uno, una columna, un globo terráqueo, una estrella.
La columna aparece como sostén de la tierra, erguida hacia lo alto, como alcanzando la estrella que lo ilumina y sirve de guía, indica la dirección, arriba, lo alto, la gloria, la luz, para los masones el Oriente.
El globo terráqueo, representa el mundo en que vivimos y la columna que lo eleva, indica la forma y dirección para salir de las tinieblas, es decir superándonos en esa dirección.
El número dos
Dos sentencias latinas, “Post Tenebras Luz”, “después de las tinieblas la Luz”, en la gloria, arriba, en lo alto como abarcando e iluminado la totalidad del escudo y la otra ““Aut Consilio Aut Ense”, “Por la razón o la espada”, en la tierra, abajo, como receptora de las influencias superiores, donde vivimos con la razón y la fuerza.
“Post Tenebras Luz”, después de las tinieblas la luz, nosotros los masones sabemos la existencia de esta dualidad tiniebla – luz y que después de una siempre viene la otra, es la enseñanza de los solsticios, equinoccios, el piso mosaico, etc.
Los dos indígenas, hombre y mujer, masculino y femenino, las dos energías positiva y negativa, ., la guerra y la paz, es decir, la generación por la cual todo nace, crece y se desarrolla.